Situación y presentación
El municipio de Pontons está situado en el límite del Alt Penedès con las comarcas del Anoia y Alt Camp. De una extensión de 25,95 km 2, es accidentado por la sierra de la Plana de Ancosa a septentrión, donde el monte de las Solanes (914m) hace de partición entre el término de Pontons, el de la Llacuna (Anoia) y el de Querol (Alt Camp), y por las elevaciones que separan el río de Pontons con el río de Marmellar, donde está el monte de Fonoll (818m) y las Roques de Salt, por donde pasa el límite meridional con Aiguamúrcia (Alt Camp). A levante, por el monte de España, se encuentra el límite con Torrelles de Foix. A poniente, Pontons confronta con el municipio de Querol (Alt Camp). A parte del pueblo de Pontons, el término comprende diversas urbanizaciones como la Ponderosa y la Rimbalda. Se puede acceder a Pontons a través de la carretera local que sale de Vilafranca del Penedès y atraviesa Torrelles de Foix.
Los matorrales y el bosque ocupan la mayor parte del término. El municipio es atravesado por la riera de Pontons, que nace en la solana del monte de las Solanas y fluye, por la derecha, al río de Foix, en el municipio de Sant Martí Sarroca. El río de Foix pasa por el límite nororiental del término, al este de Mas Pontons, procedente de la Llacuna, donde tiene la cabecera en la vertiente occidental de la Espinagosa.
El pueblo de Pontons
El pueblo de Pontons es situado a 632 m. de altitud, en la orilla derecha del arroyo de Pontons. Presenta las características del poblamiento de la montaña. Desde la Restauración, el centro del término dejó de ser la antigua parroquia de Sant Joan de la Montanya y se desplazó a la nueva población fortificada de Pontons, surgida a los pies de la iglesia de Santa Magdalena, que antes de ser parroquia había estado sufragánea de San Joan. Jaume I concedió a la villa de Pontons el privilegio de celebrar mercado el martes.
La iglesia parroquial de Santa Magdalena de Pontons se encuentra a la izquierda del arroyo, sobre un risco que domina el pueblo. Es un edificio de origen románico, que fue reconstruido en el siglo XIII y modificado posteriormente. Conserva en la fachada de poniente la puerta románica, con doble arquivolta e impostas. En Pontons hay una biblioteca y además funciona el Centro Cultural, que centra las actividades culturales y recreativas del pueblo. La fiesta mayor del municipio es en julio, por la festividad de Santa Magdalena.
La historia
Documentado desde el 966, fue adquirido por los condes de Barcelona, Ramón Berenguer I y Almodis, en 1066, de Bernat Otger y Guitard Guillem. Ese mismo año los condes encomendaron el castillo de Pontons en feudo a Guillem Bernat de Òdena. El 1111 los hermanos Guillem Ramon de Castellvell y Arbert, llamado Dorca, juraron fidelidad al conde Ramon Berenguer III por el castillo de Pontons y el de Òdena, que poseía el alto dominio, mientras que la castellanía era encomendada a Ramon de Òdena. El 1138 Ramon Guillem de Òdena dio a la orden del Hospital unas tierras y casas y la iglesia de Sant Joan de Castell Nou de Pontons; el documento indica la voluntad del donador de reconstruir y poblar el término del castillo de Pontons, que había sido despoblado por “infestatione paganorum.” El 1188 Ramon de Òdena y su mujer permutaron con Gilbert de la Granada una casa en el término del castillo de Pontons, en el lugar llamado las Solanas, que fue de Arnau de Girona y de sus hermanos. El mismo día Gilbert de la Granada concedió esta casa al monasterio de Santes Creus. Guillermo de Òdena, señor de Pontons, participó en las luchas civiles de los primeros años del reinado de Jaime I y firmó, en 1217, la constitución de paz y tregua de Vilafranca. En 1271 el abad Gener de Santes Creus adquirió el castillo y el lugar de Pontons, que le fueron vendidos por el infante Pere, el obispo Arnau de Barcelona, Gastón de Bearn y Ramón de Cardona, como albaceas de Ramon Guillem de Òdena. La venta de la jurisdicción del castillo y del puesto de Pontons a Santes Creus fue confirmada por el rey Pere el Cerimoniós el 1363. Anteriormente, sin embargo, Jaume II, en 1297, le concedió el privilegio de extraer minerales de plomo y zinc. En el siglo XVIII el lugar de Pontons continuaba siendo del monasterio de Santes Creus.
La población y la economía
La población del término es muy escasa: en 1996 era el segundo municipio menos poblado de la comarca. Alcanzó su máximo demográfico en 1887 con 586 habitantes. Desde entonces fue disminuyendo progresivamente y de una manera más acentuada a partir del 1940. En 1900 había 512 habitantes, en 1930 había 445 habitantes, 313 habitantes en el año 1960 y a partir de los años ochenta y hasta la actualidad la población se recuperó y en la actualidad se superó los 500 habitantes.
La economía de la población había sido tradicionalmente agraria. En la actualidad mucha gente va a trabajar a las industrias y los comercios de Vilafranca y suele trabajar sus tierras los fines de semana. Las pocas tierras que se cultivan son mayoritariamente en régimen de secano. Viña y cereales constituyen los principales cultivos, seguidos ya de lejos por los regadíos y frutales (patatas, manzanos, melocotoneros, etc.). Las actividades ganaderas no tienen incidencia significativa en la economía.
A principios del siglo XX se intentó volver a explotar las minas del término de Pontons, conocida desde antiguo. En el encaje del arroyo de Pontons, aguas abajo de San Salvador, en medio de los estratos del Triásico, se han encontrado venas metalíferas que contienen galena (sulfuro de plomo), blenda (sulfuro de zinc), cerusita (carbonato de plomo) y calamina (silicio-carbonato de zinc). Algunas minas abiertas durante los años de la Primera Guerra Mundial (1914-18) se abandonaron al cabo de un tiempo por motivos económicos y al principio de 1991 todas las minas fueron cerradas. La actividad industrial del municipio tampoco es destacable.